13 de marzo de 2009

UNA HISTORIA DE LA PRUDENCIA

















Con cariño, a M. G.

SÓLO TEXTO: UN HOMBRE NORMAL. SU HIJA, LLORANDO DE TEMOR, LE DICE UN DÍA QUE ES LESBIANA. DURANTE TRES SEGUNDOS EL MUNDO DEL HOMBRE SE DERRUMBA. AL CABO DE LOS TRES SEGUNDOS COGE LAS MANOS DE SU HIJA Y LE DICE QUE NO PASA NADA. LE DICE QUE LA QUIERE IGUAL. LA HIJA CONOCE A UNA MUJER. LA HIJA TIENE UNA HIJA. EL HOMBRE, LLORANDO DE ALEGRÍA, BESA A SUS HIJAS Y A SU NIETA

6 comentarios:

dezaragoza dijo...

Fallo. Un hombre normal no se derrumbaría los primeros tres segundos cuando su hija de dice que es lesbiana. La hija de un hombre normal no se lo diría llorando.

La hija de un hombre normal solo lo diría y el hombre normal le respondería: "pues ya has tardado en decírmelo, que tu madre y yo nos hemos dado cuenta hace ya un año".

El estupor y la maravilla dijo...

Discrepo, dezaragoza. Eso, para mí, es un padre normal. No todos los hombres saben ser padres, aunque lo sean (ni las madres, madres). Lo importante es que lo intenten. Mi madre se quejaba hace unos días de lo mal que ha hecho algunas cosas con nosotros (29 y 30 años) y me decía que no le gustaría cometer los mismos errores con el pequeño (20) y después con mi hermana (14). Evidentemente cometerá otros (ya lo está haciendo) pero sabrá lidiar mejor con las sorpresas que le vaya dando la vida.

Por otro lado, la hija puede llorar independientemente de cómo sea su padre. La visión que yo tengo de la relación con el mío no es la misma que tiene él. Mi padre estuvo una semana sin hablarme, era incapaz. Y yo no era quién para decirle cómo tenía que reaccionar. Me quedo con la evolución que ha seguido respecto a este tema sin que jamás haya tenido yo que hablar con él para hacerle ver las cosas de otra forma. En este sentido, cuando se lo dije mi padre era un hombre ejemplar y poco a poco se va convirtiendo en un padre ejemplar.

Me alegro de que hoy hayas escrito una entrada tan optimista. Se agradece.

Un abrazo para los dos.

Anónimo dijo...

dezaragoza tu visión sobre esto es una utopia, es un mundo en el que ser lesbiana sea exactamente igual que ser hetero a todos los efectos, y dado que eso aun no es así, en algunos casos toca llorar.

dezaragoza dijo...

Sedemar y marqus: mi opinión al respecto es la de declaración de normalidad. Si consideramos que es normal que un padre se derrumbe porque sus hijos tomen sus decisiones, si consideramos que es normal que una chica o chico llore por decir una decisión a su padre... entonces estaremos transmitiendo la "excepcionalidad" de la homosexualidad. Flaco favor a la sociedad en general.

Yo soy un hombre heterosexual. Deseo tener hijos y si dentro de unos años alguno me viene y me dice que es homosexual o bisexual probablemente le tendré que decir que me acaba de descubrir el Mediterráneo. ¿Soy una utopía hecha realidad, un utópico soñador de lo imposible?. La Utopía se describe por el ideal al que se tiene pero al que NUNCA se aclanza.

Me niego. No me sale de los cojones pensar que la sociedad no pueda aceptar la homosexualidad y bisexualidad como lo que es: algo NORMAL. Otras sociedades pudieron admitirlo, ¿porqué en esta aceptamos la palabra "utopía" para algo que es posible?.

Por lo demás decir que son discrepancias menores, casi diría que de forma, en el fondo creo que estamos muy de acuerdo en todo lo importante. Un placer charlar con vosotros y agradecido a Grano Grueso por la oportunidad de comentar sus post y de charlar con gente como marqus y sedemar.

Saludos.

GRANO GRUESO dijo...

Gracias a tod@s por los comentarios. Lo cierto es que la palabra "normal" en la primera frase está puesta con toda la intención... intención de distancia. Si en vez de texto fuera cine, la primera frase sería el plano a cuerpo entero de un hombre sin ninguna señal distintiva, alrededor del cual se va desarrollando la acción. No era mi intención usar la palabra con el nefasto sentido con que muchas veces se utiliza para hablar de la homosexualidad. Es cierto que estáis tod@s de acuerdo en el fondo, así lo creo.
De todos modos esta entrada tiene una segunda parte, que escribiré dentro de unos días, y que comienza exactamente con las misma palabras... Abrazos para tod@s.

Anónimo dijo...

La normalidad, nos guste o no, la marca la mayoría. Sólo hay que buscar la definición estadística de "norma".

Por desgracia hoy en día lo normal, es que la niña esté aterrada al confesar al pocohombre que tiene por padre que es homosexual.

Confío en que dentro de un tiempo la conversación sea más del tipo "Papa he aprobado lengua, soy lesbiana y la cena te ha quedado estupenda"
"Vale hija, enhorabuena por tu aprobado en lengua"

Salu2 retardados